El ballet se caracteriza por narrar una historia a través de los movimientos corporales propios de esta disciplina. La pantomima es parte de esta expresión artística ya que los bailarines interpretan personajes que, a través de expresiones que involucran todo el cuerpo, son fácilmente comprendidos para el espectador. De esta manera hay movimientos puntuales que tienen significado universal para quienes disfrutan de este arte.
El trabajo con la expresión corporal, permite a la persona desarrollar una capacidad de atención enriquecida sobre sus propias emociones y las de los otros. Es capaz entonces, de conectar y comunicar estados emocionales no sólo con las palabras sino también con su corporalidad. Por ende es capaz de nutrir sus interacciones de manera considerable, principalmente consigo mismo y con quienes se relaciona de manera mas estrecha.
En relación a este eje, hemos observado que la danza-ballet, es un recurso potente de sanación al igual que de auto cuidado y prevención. En nuestra sociedad, se tiende a otorgar un valor al intelecto por sobre las emociones -y mucho más- por sobre la corporalidad, situación que tiende a favorecer relaciones paradójicas, complejas e incluso nocivas de los individuos con estas dimensiones de su ser. Adagios, apuesta por lograr un equilibrio armónico entre estos mundos que conviven en cada uno de nosotros, siendo la danza un elemento más dentro de un proceso psicoterapéutico integral.
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